martes, 19 de abril de 2011


Cuando no hay nada que decir, lo mejor es no decir nada. No me hables del clima, ni del partido de ayer, ni de tu vieja, no me digas nada. A veces (no voy a poner siempre porque me zarparia en antisocial) el silencio es mucho más bello, descriptivo y calmante que un millón de palabras vacías e inocuas, nada nuevo bajo el sol.


(se me ocurrió mientras estaba en un taxi, Domingo a las 7 a.m. y el conductor venia escuchando un folklore bastante marketinero e insipido, solo pedia a Dios que me mate en ese momento, la luna estaba muy llena y bonita por cierto.)

lunes, 11 de abril de 2011

Al final hay recompensa.


Tener miedo, para mi, es una de esas sensaciones placenteras, como esa que sentís cuando estas en una montaña rusa, viste esa adrenalina porque sabes que estas en la cima y vas a caer, con toda la euforia que eso significa y tan sólo en unos escasos segundos.
Si, tengo miedo, estoy aterrada, pero es todo tan lindo, no pienso esconderme abajo de la cama o de las sabanas, me levantó, me pongo las zapas esas que hablan y me paro de manos. Lo vale me preguntaran? a lo que voy a contestar, por supuesto que lo vale, vale eso y tantisimas cosas más.
No tengas miedo, vos también arriesgate, jugatela, erra y volve a probar.





Saludos, bendiciones y bebidas espirituosas para los que siempre leen. Para vos que no bebes, te deseo que seas feliz y que encuentres tu camino, porque sos genial! Sos fuerte y el sweater de guanaquitos te queda divino.