
Cuando no hay nada que decir, lo mejor es no decir nada. No me hables del clima, ni del partido de ayer, ni de tu vieja, no me digas nada. A veces (no voy a poner siempre porque me zarparia en antisocial) el silencio es mucho más bello, descriptivo y calmante que un millón de palabras vacías e inocuas, nada nuevo bajo el sol.
(se me ocurrió mientras estaba en un taxi, Domingo a las 7 a.m. y el conductor venia escuchando un folklore bastante marketinero e insipido, solo pedia a Dios que me mate en ese momento, la luna estaba muy llena y bonita por cierto.)
Me paso de que por trabajar casi 4 años en home office y solo hablando cuando tenia ganas, se me complica bancarme a la gente habladora cuando no tengo ganas... seré anti-social? Es raro por que cuando se me da la gana hablo hasta por los codos... jaja
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