martes, 19 de abril de 2011


Cuando no hay nada que decir, lo mejor es no decir nada. No me hables del clima, ni del partido de ayer, ni de tu vieja, no me digas nada. A veces (no voy a poner siempre porque me zarparia en antisocial) el silencio es mucho más bello, descriptivo y calmante que un millón de palabras vacías e inocuas, nada nuevo bajo el sol.


(se me ocurrió mientras estaba en un taxi, Domingo a las 7 a.m. y el conductor venia escuchando un folklore bastante marketinero e insipido, solo pedia a Dios que me mate en ese momento, la luna estaba muy llena y bonita por cierto.)

1 comentario:

  1. Me paso de que por trabajar casi 4 años en home office y solo hablando cuando tenia ganas, se me complica bancarme a la gente habladora cuando no tengo ganas... seré anti-social? Es raro por que cuando se me da la gana hablo hasta por los codos... jaja

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